miércoles, 29 de agosto de 2012

El cielo nos mira mal.

Que vayamos a ningún lado mientras hablamos de todo y de nada. Simplemente dejando que nuestros corazones parloteen un rato para rellenar silencios que en realidad no serían incómodos. Solo tu presencia, solo la mía, haciendo que ese instante permanezca grabado ante la mirada de las nubes que tímidas nos observan más allá de los tejados y de los gatos. Que las estrellas nos miren con odio por haberles quitado el brillo y que la Luna nos envidie por la perfecta forma que se crea cuando sonreímos sin más por ese momento, cuando sonreímos por todo lo bello que nos da esta vida.

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