Quedarse sentado en esa ventana y recordar que cuando mirabas por la ventana hace dos semanas todo parecía más bonito, al menos había menos miedo, te consumían las dudas pero la belleza de aquella situación tapaba todo lo demás. Y ahora estás aquí, sentada de nuevo con esa colcha vieja, con frío en pleno verano y te asaltan viejos recuerdos, te asaltan sentimientos y te asaltan tanto que te quedas sin nada. Te quedas sin respuestas a preguntas sin sentido cuando eso siempre era lo que mejor se te daba.
Tienes respuesta a las preguntas de los problemas de los demás pero lo cierto es que si realmente te ocurren cosas así a ti no sabes como reaccionar aunque cinco minutos antes le hayas dado una respuesta igual a la que necesitas a otra persona. Y esque es difícil, plantarte frente a ti mismo queriendo decirte tantas cosas y que encima te las creas.
El problema es que no busco alguien que me de un puto final feliz, sino simplemente alguien que no me ofrezca final alguno.
Y que se consuma el tiempo para ver que pasa en el mañana.
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