Eres como el fantasma del recuerdo
que viene ami cuando menos lo espero.
Sin motivo alguno porque no debería echarte de menos,
pero aún así aquí continúa mi mente y sus desvelos.
Repentinos como ellos solos,
con lo a gusto que estaba yo sin que me robaran los sueños.
Y es que es curioso lo que cuesta cuando nuestra alma arresta
a un sentimiento al que confunde con un nombre que como el viento viene,
te acaricia y ya no vuelve.
A ver cuando aprende este alma, que la justicia no se da arrestando inocentes,
sino aprendiendo a ver a los verdaderos culpables.
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