Ver como andamos por los caminos del subconsciente y ver como el consciente trata de evitar remover recuerdos que sin querer, tenemos ambos. Y es que dicen que el amor cuando llega, llega despacio y se queda durante muy poco tiempo, pero a la hora de marchar, al parecer la despedidas se le hacen duras y le cuesta más que cualquier sentimiento marcharse.
En otros casos pensamos que se ha ido, pero, es como una especie de Cenicienta; cuando cree que debe irse se va pero deja su zapato de cristal en las escaleras de nuestras vidas. Y ahí nos encontramos, buscando cómo volver a encontrar a Cenicienta, sin saber realmente si debemos buscarla o simplemente seguir bajando esos escalones para ver si tropezamos con otra princesa. Pero al final siempre quedará la duda ¿Y si le hubiese entregado ese zapato de cristal y hubiese sido lo suficientemente paciente..?
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