domingo, 21 de abril de 2013

Tu mirada me hace grande.

Se me olvidó que no había peor enganche que el de tu sonrisa. Que tu mirada pura era la que me reflejaba mejor que nadie los paisajes de tu alma, limpios, con esas aguas que en el fondo al ser tuyas, hacían que me viese bella, con una sonrisa igual a la tuya; bonita.

Y aquí me encuentro, prendada de ese juego, prendada de recuerdos que pasaron y que quiero recuperar. Te quiero a ti, te quiero como eres y por quien me haces ser cuando estoy contigo. No me digas "por qué no", pregúntame "por qué si" y tendrás una respuesta que dudo que te haga regresar a esa pregunta.


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