Cuando no sabes si correr a la izquierda o la derecha, cuando gritas pero en realidad ríes a carcajada por dentro, de eso que pones mil caras en el espejo cuando cantas tu canción favorita sonando en tu viejo móvil agrietado. Luego saltas y bailas al son de la música, y cuando piensas por qué no estás a menudo así, te dan ganas de sonreír, sonreír y decir, son mis fallos de fabrica.
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