viernes, 5 de noviembre de 2010

Os dejo un trocito de un texto que me llamo la atención de un libro.

El amor es un no sé qué que empieza no se sabe cómo y termina no se sabe cuándo. Esta frase,de una dama francesa del siglo XVIII,es a mi parecer,una de las más acertadas definiciones del amor.Y lo sería totalmente si no fuese por su última parte.Cuando se ama no se piensa,ni se puede pensar,que ese sentimiento pueda terminar.Mientras dura,el amor es eterno,y no se tome esta afirmación como una frase más o menos ingeniosa.Cuando se ama,cuando se ama de verdad,no se puede pensar que el amor que se siente pueda tener un fin.Si ello se imagina el sentimiento sera ilusión,pasión,deseo,lo que se quiera,pero no amor.El amor es sublime,total,absoluto,es invencible,es avasallador;¿cómo imaginar que lo que sentimos con tanta ansia,como tanto ardor,pueda terminar un día?
Y,a veces,sí,termina.Con dolor,con sufrimiento,con desilusión.Aquello que habíamos imaginado eterno tiene,como otras cosas,un final.Pero ¿ en realidad es así? Creo que el enamorado,el que siente la pasión de amar hasta lo más recóndito de su corazón,hasta los tuétanos,continúa amando.El amor se lleva dentro y es tal la fuerza del amos que es fácil,que, después de su muerte aparente,surja un ímpetu,aplicado a otro ser.
Hoy la palabra amor ha sufrido una desvaloración extraordinaria: se dice hacer el amor para referirse al simple coito.Pero el amor,primero se siente,luego se pienso y por fin se hace.Se hace incluso con contacto carnal.El amor no es producto de unas determinadas glándulas sino  que es,en esencia,espiritual.

Carlos Fisas

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